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MENSAJE DEL SECRETARIO DEL TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL, ALFONSO NAVARRETE PRIDA, DURANTE EL INFORME DE RESULTADOS DE LA REFORMA LABORAL.

Muy buenos días tengan todas y todos ustedes.

Me da muchísimo gusto poderlos ver en la Secretaría del Trabajo, en un importante evento, quizá el más importante evento de lo que hemos hecho durante el año, porque hoy es una ocasión propicia para que podamos poner sobre la mesa algunos aspectos de la Reforma Laboral, si ha funcionado o si no ha funcionado para México.

Ponerlos con datos duros; ponerlos con espíritu crítico y ponerlos, además, celebrando, señalando o dando a conocer un producto específico que tiene que ver con el nombre del juego de México de aquí en adelante que se llama productividad.

No existe manera que el país cambie, no hay manera que el país crezca, no hay manera de que aumenten los salarios de manera consistente, no existe manera si no es a través del mecanismo de la productividad, ni es por decreto, ni es por concurso, ni es por suerte, ni es por ver qué sucede a lo largo del tiempo, va a tener que ser con mucho esfuerzo de los mexicanos durante muchos años con la productividad por delante, y hoy es precisamente el evento que nos congrega y nos reúne, cómo enterarnos todos los mexicanos de cómo vamos en productividad laboral, cómo medirnos, cómo acercarnos de una calculadora que nos diga “así estoy como empresario, como mini empresario o como sindicato en mis niveles de productividad, por eso hoy es un día especial y es un día muy importante.

Quisiera iniciar compartiendo con Ustedes el saludo fraterno, cordial del Presidente Enrique Peña Nieto, quien sabe de este importante evento y que no es meramente un saludo protocolario, ayer todavía por la noche comentamos este evento, pero yo recibí una instrucción que se hizo pública desde el fin de semana pasado de que tuviéramos este evento en lo que toca a la Secretaría del Trabajo.

De tal manera, que el saludo que les envía es un saludo con conocimiento, sabedor de lo que se va hacer aquí, fraterno y con mucho afecto y reconocimiento por el trabajo de todos ustedes.

Muy distinguidos miembros del Presídium.

Apreciables dirigentes y representantes de los sectores productivos y compañeros servidores públicos.

Saludo y agradezco la presencia de las señoras y señores representantes de las micro, de las pequeñas y de las medianas empresas que nos acompañan.

Aquí está el líder además de la Cámara que tiene que ver con la Concanaco-Servytur y que además le deseo sincero éxito en las actividades que emprende paralelas a su actividad como líder de la Cámara, pero que representa sin duda, la parte fundamental en donde la productividad se tiene que hacer manifiesta, en el país es en las pequeñas, en las micros empresas y en las medianas empresas donde tenemos que poner el esfuerzo durante los próximos años para todo México.

Me es muy grato atestiguar la presentación tanto del Observatorio para la Productividad Laboral como de la Guía Metodológica PROLAB, y ponerlas al alcance de los representantes de los sectores productivos, porque constituyen herramientas que permitirán a trabajadores y empresarios medir sus niveles de ser más productivos, y en consecuencia, emprender acciones para mejorarla y democratizarla.

Por ello, desde el inicio de esta Administración Federal, se consideró que la productividad debía ser la palanca para mover a México hacia mejores niveles de desarrollo, de crecimiento y de igualdad.

De eso se tratan todas las Reformas Estructurales; de generar mejores condiciones de desarrollo en todas las regiones y Entidades del país; de impulsar el crecimiento económico; de acercar las tecnologías y las comunicaciones a las zonas más alejadas; de proporcionar educación de calidad a todos los niños y a todos los jóvenes; de hacer accesible el crédito para constituir nuevas empresas, para generar más empleos, para generar empleos formales y trabajo decente y para finalmente llevar mejor calidad de vida a cada uno de los miembros que componen la enorme familia que es el mercado laboral mexicano.

Por eso una Reforma Laboral, la primera gran reforma estructural vigente en este Gobierno, que fue impulsada desde el periodo de transición por el Presidente de la República Enrique Peña , y que busca mejorar las condiciones de acceso al empleo formal para jóvenes, mujeres, personas con discapacidad y adultos mayores; así como elevar la productividad de las empresas; proteger los derechos laborales de los grupos más vulnerables y modernizar la justicia laboral es el evento que hoy nos congrega.

En cumplimiento de la instrucción presidencial de informar a los ciudadanos sobre los avances en la implementación de la Reforma Laboral a dos años de su promulgación, hoy hacemos un balance de los beneficios concretos que esta Reforma está teniendo en favor de los trabajadores mexicanos y de las empresas de todo el país.

Quisiera señalar que esta Reforma Laboral se constituyó en la primera reforma estructural, como se ha mencionado, de la presente administración en su entrada en vigor, pero en el campo laboral la primer reforma después de 42 años de ser intocada la materia laboral en México, y que cambió muchos paradigmas, que cambió muchas formas de entender el mercado laboral, que cambió muchas formas de entender cómo acercarnos al mercado laboral y cómo revertir tendencias que parecían irreversibles en México como el crecimiento de la informalidad, como el crecimiento aunque de manera menos acelerada pero crecimiento al fin de la desocupación abierta.

Como el siempre temor del derecho fundamental que consagra el artículo 123 que es el derecho a la huelga por parte de los trabajadores, y cómo poner el acento no en la antigüedad sino en la productividad, en la protección del grupo vulnerable, no en la informalidad sino en la formalización del empleo, no en la huelga sino en la conciliación de intereses.

Esta gran Reforma, la primera estructural de la que hoy podemos rendir y dar cuentas, se trató de eso, de cambiar paradigmas, de asumir nuevos retos, de que los sindicatos en México asumieran nuevos retos porque por ley pusimos por primera vez su forma de elección, la forma de rendición de cuentas, la forma en que tienen que hacerlo con voto directo, la forma de elección de sus dirigentes y la publicación en cada Junta Federal de Conciliación y Arbitraje de los contratos colectivos para que cualquier empleado, cualquier miembro de un sindicato sepa qué comprometió su líder.

Este cambio de paradigmas es de lo que hoy vamos hablar en sus resultados, no en sus conceptos abstractos.

Quisiera empezar por el tema de la productividad, que es el que hoy nos congrega.

La reforma plantea la democratización de la productividad, ¿qué significa eso?, significa que en el país hay pocos mexicanos que ganan muy bien y que son capaces de competir con cualquier empresa a nivel global y mundial, y hay muchos mexicanos que ganan muy mal y que no tienen niveles de competencia para mejorar siquiera sus propios ingresos.

Democratizar la productividad significa hacer que los beneficios de eso que significa mejorar el trabajo y ganar más, sea más parejo en un México más incluyente. La democratización de la productividad, entonces, consiste en que todos los mexicanos, independientemente del sector y el tamaño de su centro de trabajo, tengan acceso a elementos como la capacitación, el crédito, la tecnología, conocimiento y por supuesto, a condiciones laborales dignas, que detonen su potencial productivo y con ello contribuyan al crecimiento de México y a su propio bienestar.

Antes de la Reforma, la Ley Federal del Trabajo, en su texto de más de mil artículos, no contenía mención alguna de este importante concepto, ni siquiera se mencionaba, la nueva Ley no sólo incluyó una definición precisa de lo que nos implica la productividad, sino que señala mecanismos concretos para promover el crecimiento de la misma y distribuir equitativamente sus beneficios; adicionalmente, determinó el establecimiento de comités de capacitación, de adiestramiento y productividad en cada empresa, y por ley se creó un Comité Nacional de Productividad, que junta a los que tienen que ver con éste importante concepto de mejora de las condiciones de vida.

Junta a todos los sindicatos y sus centrales obreras más importantes de México, junta a todas las Cámaras y sus centrales de las Cámaras, Federaciones y Confederaciones, en la misma mesa, junta al gobierno y a las dependencias que tienen que ver con la productividad, quienes son los que participan en ella, el sector educativo, el sector de la economía, el sector hacendario, el sector laboral, y junta a los principales líderes académicos en el país para ver qué es el tipo de personas que estamos formando, de mexicanos jóvenes, que se ingresan a ese mercado laboral, y si ese mercado laboral es compatible con lo que está necesitando de su actividad académica.

Más relevante aún es que la cultura de la productividad comienza a ser ya una realidad. En 2013, más de mil negociaciones contractuales de jurisdicción federal y más de mil 600 de jurisdicción local, registraron bonos de productividad en favor de los trabajadores.

Para 2014, cerca de mil 100 negociaciones contractuales de jurisdicción federal incluyeron bonos de productividad, que beneficiaron a más de 600 mil trabajadores. Mientras que en los dos primeros meses de este año, en 134 revisiones contractuales ya se han pactado bonos de productividad en beneficio de más de 65 mil trabajadores.

Asimismo, en 2013, junto al Instituto Nacional de Estadística y Geografía, iniciamos la difusión por primera vez de índices nacionales de productividad laboral. La encuesta que se hace de Ocupación y Empleo por parte de la ENOE, a petición nuestra, empezó a hacer las preguntas específicas para medir la productividad laboral, mismas que son el insumo fundamental de El PROLAB y de lo que hoy estamos presentando, para poderlo dar a conocer y que sepamos en qué estamos ubicados en el país, en cada sector y en cada región en materia de productividad.

De forma muy relevante, el Índice Global de Productividad Laboral de la Economía, que ayer dio a conocer el INEGI, muestra que la productividad en esta materia, en la laboral, tuvo un comportamiento positivo en los cuatro trimestres de 2014, el primer trimestre de 0.5, el segundo de 2.3 por ciento, el tercero de 1.9 por ciento y el cuarto, ya de 2.6 por ciento.

¿Qué significa esto? Significa que el Foro Económico Mundial califica a los países en su nivel de productividad; a México siempre lo pone en los lugares ranqueado en los 50’s, 53, 56; hay 12 pilares que miden la productividad en cada país, y que es tan importante esto que en un mundo globalizado, es un indicador fundamental de dónde van los capitales a asentarse en un país para ver qué tan productividad es su inversión, no la inversión financiera, la inversión directa, que genera empleos.

El pilar más deteriorado que tenía México hasta el año 2013, de los 12 pilares de la productividad, era el pilar del mercado laboral, era el pilar laboral. Teníamos un buen pilar en infraestructura, en tecnologías, un buen pilar en la condición geográfica que tiene México, eso nos ayudaba, el pilar más deteriorado era el pilar de nuestro mercado laboral, ¿por qué? Porque con una tasa de informalidad del 60 por ciento del mercado laboral, la cuenta no puede salir bien.

Esto significó que en 20 años el país en productividad disminuía un punto desde hace 20 años; un punto que nos hacía menos competitivos con otros países en una economía global; un punto que hacía que países que están en este momento trabajando, sus trabajadores en Corea, en Asia, en América Latina, o en Europa podían estar ganando la carrera a los mexicanos en este momento, cada año un punto menos.

El que una política pública esté destinada a dar resultados, significa revertir una tendencia, no frenarla, revertirla, así se mide el éxito de una política pública. El que el INEGI pueda decir que en el sector laboral no sólo revertimos la tendencia de estar cayendo un punto durante 20 años, sino que de manera sostenida durante todo el año comenzamos a tener más productividad en el país, es la mejor muestra de que haber introducido ese cambio, mover el paradigma, meternos a trabajar en los contratos colectivos con cláusulas de ganar-ganar le da resultados a México, y ese es un primer logro concreto, productividad para el país, mejorar por lo tanto los salarios, hacerlos más competitivos a los trabajadores, mejorar a las empresas y generar una nueva cultura en el ámbito laboral que vaya encaminada a mejorar los niveles de vida.

En cuanto al objetivo de generar más oportunidades de acceso al empleo formal, tan ligado al tema de la productividad, la reforma laboral introdujo nuevos mecanismos de contratación, mecanismos más flexibles, a prueba y con capacitación inicial y obligatoria, especialmente en beneficio de jóvenes y mujeres que hoy pueden compaginar sus estudios o sus responsabilidades familiares con el trabajo, y en muchos casos con su primer empleo.

La OCDE ha señalado que antes de la Reforma, de esta Reforma Laboral, México tenía la segunda legislación laboral más rígida de todo el Organismo en materia de contratación individual, y que solamente estaba por encima de nosotros en materia de rigidez de la forma de contratar Turquía como país.

Con la Reforma Laboral, nuestra legislación laboral, por la OCDE dicho, es la más flexible que la de los otros 15 países de la propia Organización.

¿Y esto en que beneficia a la gente? Flexibilizar la contratación individual para que la gente acceda más rápido a un empleo formal y a un empleo digno. Para medir este indicador, si ha tenido éxito o no, el dato más contundente que les puedo yo dar es otra vez la reversión de una tendencia histórica en el país, el empleo formal en 2013 y en 2014 creció más acelerado que incluso el crecimiento económico de México.

Cada año, nuestro país vive durante los próximos 20 años lo que se denomina el Bono Demográfico de México, significa que durante los próximos 20 años de manera sustantiva y consistente se van a integrar el mayor número de jóvenes de la historia de México, no se va a volver a repetir este fenómeno, se van a integrar el mayor número de jóvenes de la historia del país al mercado laboral, cada año, 800 mil jóvenes por año.

Cada punto porcentual de crecimiento económico de México, según el sector, pero equivale más o menos a unos 200 mil puestos de trabajo que se crean. Si el país ha tenido tasas de crecimiento promedio de 2% en promedio en los últimos 15 años, significa que solamente ha podido generar alrededor de 400 mil empleos por año, nuevos, frente a pura inercia de 800 mil jóvenes por año que legítimamente piden ingresar al mercado laboral.

Lo más grave de esto es que México está viviendo el mayor nivel educativo de su historia en cantidad, no en calidad, es parte de la reforma en materia educativa. Tenemos la mayor matricula estudiantil en la historia de México, el mayor número de niños que tiene acceso a la educación, niveles extraordinariamente altos de alfabetización, aunque continua siendo lacerante la gente que no sabe leer ni escribir en el país, pero aun tendiendo los mejores niveles en cantidad de educación que ha ofrecido México, con lo mejor que puede tener un país, que sus jóvenes, el país no da para generarles empleos a esos jóvenes, y más decepcionante todavía, los empleos que genera no son los acordes a lo que el mercado educativo está ofreciendo y generando.

La tendencia era de este tamaño, por eso la informalidad fue creciendo año con año, por eso 6 de cada 10 trabajadores en México, al inicio de este sexenio, estaban en la informalidad, eso se llama en otras palabras, en materia de jóvenes, desesperanza en el país.

La Reforma Laboral, al introducir estos mecanismos de flexibilización permitió que en 2013, aunque la economía creció 1.4%, el empleo formal lo hizo en 2.9%, el doble. En 2014, la economía creció en 2.1%y el empleo creció en 4.3%, Es decir, en ambos años el empleo creció a un ritmo que duplicó el crecimiento de la economía. Pero no cualquier empleo, el empleo formal, el que se está midiendo en el Seguro Social, el empleo que significa los trabajadores que tienen prestaciones y seguridad social y tienen derecho a capacitación, derecho a aguinaldo, derecho a Pago de Reparto de Utilidades, derecho a vacaciones, derecho a mejorar sus condiciones de vida, y eso lo permitió la flexibilización en la forma de contratación.

Esto significó que en 2014 se generaron 714 mil puestos de trabajo inscritos al Instituto Mexicano del Seguro Social, que fue la segunda cifra anual más alta desde que se tiene registro en México, y en enero de este año, se registraron cerca de 60 mil nuevos empleos asegurados al IMSS, sólo en enero de este año.

Los datos que en breve publicará el Instituto Mexicano del Seguro Social, también darán cuenta de un saldo muy favorable para el mes de febrero en materia de generación de empleos.

Es un resultado concreto de la reforma. No significó con el temor que se tenía, que flexibilizar la condición de trabajo era precarizar el empleo, y que legítimamente manifestaron varias centrales obreras. Los datos han mostrado que ese empleo de largo plazo, de larga duración, y el dato más revelador fundamentalmente de jóvenes que están ahora inscritos al Seguro Social.

Otro resultado importante de la Reforma es la disminución de la informalidad, por consiguiente si aumenta la formalización del empleo la tasa de informalidad en consecuencia disminuye.

Al iniciar esta Administración, la informalidad alcanzaba al 60% de los trabajadores del país en diciembre del 2012.

Gracias a esta Reforma y a los esfuerzos de formalización que el Gobierno de la República y los gobiernos de las entidades federativas emprendimos, y que incluyen tareas permanentes de inspección, la tasa de informalidad pasó de ser de 60.3% en enero de 2013, a 57.5% en enero de 2015, es decir, prácticamente tres puntos porcentuales menos que al inicio de la Administración.

Vuelvo a repetir, si vamos a medir el éxito de una política pública tan compleja, que se tuvo que implementar, no es sólo frenar una tendencia desfavorable sino revertir la tendencia desfavorable. La informalidad, hoy por hoy atípica en toda la historia del país está disminuyendo en México, tres puntos porcentuales, más formalización de empleo que crecimiento de la economía, más generación de empleo digno que crecimiento de la propia economía que está inmersa en factores además que no depende de la propia economía interna, sino del mundo globalizado, un mercado europeo en deflación, el mercado en Latinoamérica entrando en crisis derivada a su vez de estar vinculada mayormente la economía de varios países hermanos a la venta de materias primas del mercado asiático en franca desaceleración, y un país que logró hacer cambios estructurales y que está creciendo en empleo más que su propia economía formal, eso mide si se tuvo o no se tuvo éxito en una política pública, y aquí hemos tenido éxito afortunadamente, haciendo un país más igualitario sin duda alguna.

Asimismo, la Reforma estableció como obligación de todos los centros de trabajo afiliarse al Instituto FONACOT, a fin de que todos los trabajadores del sector formal tengan acceso a créditos que permitan apuntalar su capacidad de consumo.

Desde 1974, fecha en que se fundó el INFONACOT y hasta noviembre de 2012, se tenían afiliados a ese Instituto casi 60 mil centros de trabajo.

Con la Reforma a dos años de entrada en vigor de la Reforma Laboral, hay más de 256 mil centros de trabajo afiliados al INFONACOT, es decir en dos años hemos cuadruplicado lo que había de centros afiliados al INFONACOT al inicio de la administración. Significa que hay cuatro veces más empresas que le ofrecen la posibilidad de tener crédito a sus trabajadores y mejorar sus condiciones de vida con tasas bajas de interés y crédito de larga duración y además diversificando los productos.

El INFONACOT no es el Instituto que presta para muebles, el INFONACOT presta para poder mejorar muchas cosas desde enseres y muebles hasta capacidad crediticia para adquirir bienes de mayor consumo, muebles, casas, créditos, coches cosas que transforman y mejoran y adelantan etapas en la vida de satisfactores que se pueden ir financiando de manera segura hacia los propios trabajadores.

Esta afiliación de cuatro veces más ha permitido que en esta administración se hayan colocado más de 23 mil millones de pesos en créditos para los trabajadores y ese es un logro importante, y que hayamos podido colocar papel del INFONACOT que es finalmente de los trabajadores, no es dinero público, de los trabajadores, de los patrones que aportan su cuota, a tasas que permiten bajar aún más el crédito, el nivel de crédito, y que hacen más competitivo al INFONACOT en el mercado financiero que la mayoría, sino es que todas, las instituciones financieras del país en materia de contratación crediticia.

De hecho sé, que hay reclamos ya sobre esto diciendo que se va a llevar alguna comisión a atender el asunto por parte de los bancos, y que lo hagan porque estamos actuando dentro de las reglas del mercado, y estamos haciéndolo sin fines de lucro en apoyo a los trabajadores de México.

Otro de los objetivos principales de los cambios a la Ley Federal del Trabajo fue mejorar la protección de los derechos de los trabajadores, al incorporar el concepto de “trabajo decente”, Thomas Wissing, que es representante de la Organización Internacional del Trabajo para México y Cuba y que nos acompaña siempre en los eventos, y por lo tanto ya es parte del inventario de la Secretaría, sabe perfectamente que el concepto de trabajo decente es un concepto técnico que manejaba la OIT, se refería la OIT cuando hablaba de trabajo decente a un tipo de trabajo que le permitiera vivir a un trabajador de manera digna con prestaciones, con seguridad social, con empleo de larga duración, con buenas prácticas en el trabajo, con seguridad y salud en el trabajo.

México en la Reforma Laboral a este concepto técnico le dio carácter de categoría jurídica, lo elevó a ser una figura jurídica, incorporó el concepto de trabajo decente o trabajo digno como una categoría jurídica de nuestra legislación, por lo tanto es materia de defensa de PROFEDET cuando va a juicio a las Juntas de Conciliación y Arbitraje, para decir y obligar al trabajador, al patrón a que se ofrezcan condiciones de trabajo decente en México, de trabajo digno como categoría jurídica.

Prohíbe, por lo tanto, el concepto de trabajo decente cualquier forma de discriminación y protege los derechos de las personas con discapacidad.

Gracias a ello, en dos años de vigencia de la Reforma Laboral, más de 27 mil 500 personas con algún tipo de discapacidad y más de 78 mil 500 adultos mayores han encontrado un empleo que les ha permitido realizarse personal y profesionalmente, como es su derecho, el doble de lo que teníamos antes de la reforma.

Y son números, y son nombres y son gente que está inscrita en el Seguro Social que el 27 de febrero de cada año lo hacemos público con todas la organizaciones no gubernamentales que tienen en su seno agrupadas a gentes con alguna discapacidad y desde luego, en un país donde los jóvenes empujan tanto, los adultos mayores se vuelven un grupo muy vulnerable, más de lo que ya son, y que hemos podido re-ofrecer, así como empleo a jóvenes con flexibilización de contratación colectiva y contratación individual, ofrecer trabajo a adultos mayores que ahí están los resultados, está funcionando la Reforma Laboral.

La Reforma dispuso también medidas que permiten combatir el trabajo infantil, otro grupo vulnerable, para proteger el desarrollo y los derechos de los menores trabajadores en edad permitida. Por ejemplo, ahora se tipifica como delito emplear a un menor de edad fuera del círculo familiar.

Gracias a estas medidas, y desde luego a una labor inspectiva, seria que ha realizado la Secretaría, de acuerdo con cifras del INEGI, no de la Secretaría, se ha logrado que más de 540 mil niños y adolescentes hayan dejado de trabajar, puesto que en 2011 había más de 3 millones de menores laborando y para 2013, se redujo en más de 500 mil niños y quedan 2.5 millones de niños en condición de trabajo infantil.

El porcentaje de niños que se redujo es enorme, y quedan 2.5 millones de razones para seguir trabajando y esforzándonos por erradicar totalmente el trabajo infantil en México, sobre todo en sus peores formas de explotación que es un compromiso además de la ONU, que México suscribió y que cuya meta se pensaba alcanzar en 2016.

En este mismo sentido, el Presidente de México envió en junio del año 2013 una reforma constitucional más, que significaba modificar el artículo 123 para elevar la edad mínima para trabajar en México, pasarla de 14 a 15 años, y con ello poder uniformar nuestra legislación a los criterios de OIT y poder ratificar convenios internacionales de los cuales México forma parte desde 1995 en la Convención de los Derechos de los niños en Beijín hasta la fecha, y que no había podido ratificar porque la incompatibilidad de la legislación Constitucional con lo que ofrecía el convenio no lo permitía.

Esta iniciativa que envió el Presidente en junio de 2013, se aprobó por unanimidad del Congreso de la Unión, quizá por eso no fue noticia, porque todo mundo estuvo de acuerdo con ella y salió muy rápido, pero hoy por hoy y el día de ayer o de antier sesionó la Comisión del Senado de la República encargada de este tema, México ratifica en este periodo legislativo el Convenio 138 de la OIT con respecto a las edades mínimas para trabajar, y las prohibiciones que hay para la contratación de menores, y es un logro importante que posibilitó la Reforma al incluir como grupo vulnerable la erradicación de trabajo infantil en México, que está dando resultados y que ahí están palpables para que la gente los conozca.

Para proteger mejor los derechos laborales de los trabajadores, la Reforma Laboral otorgó nuevas facultades de vigilancia a la autoridad. ¿Por qué es importante esto? Porque la Reforma Laboral finalmente tomó una apuesta alta, flexibilizar la contratación individual y el riesgo, bien advertido, de muchos líderes sindicales que decían “se va a prestar abusos de los patrones, van a tener a trabajadores en contratos a prueba, a prueba, a prueba y nunca van a formalizar un contrato indefinido para poder estar trabajando”, la apuesta tenía que ir con el correlativo de las funciones de autoridad para evitar que no se pervirtiera la reforma, y por eso se aumentó la capacidad inspectiva de la Secretaría.

Se le otorgaron por lo tanto a la Secretaría del Trabajo nuevas facultades de vigilancia, y en este contexto la Secretaría incrementó su plantilla de inspectores de 776 en 2012 a 946 en 2014, un 22% más.

Y gracias a la modernización de la inspección laboral, que también ha sido puesta en marcha con la participación de los sectores productivos, se han realizado más de 270 mil inspecciones en beneficio de más de 11 millones de trabajadores.

Aquí en este escenario y en este auditorio les presentamos el nuevo sistema de inspección, porque aumentar el número de inspectores con mayores facultades, también corren riesgos de que preste a abusos de la autoridad en la facultad inspectiva.

Y entonces se presentó un sistema que permitiría en este momento, si quisiéramos, ponernos en línea con un centro de comando, y el centro de comando preguntarle ¿qué inspecciones están programadas para hoy en el estado de Sinaloa y concretamente en Mazatlán? Y el centro de comando nos diría “estas inspecciones”, y desde aquí poderle decir “comunícame con el inspector que ahorita debe estar realizando la inspección en un centro comercial en Mazatlán” y face to face como dicen los Norteamericanos o “cara a cara”, poder hablar con el inspector y decirle ¿cómo vas realizando tu inspección en el protocolo que tú tienes y en el reglamento de inspección que se publicó? y si me podrías comunicar al representante patronal que debe de estar ahí contigo en la inspección que estas realizando, o al representante de los trabajadores y verificar en tiempo real lo que estamos haciendo en materia de inspección.

Eso sí sirve, y también hay resultados sobre eso de los cuales ahorita se los voy a comunicar, independientemente del tema de protección de grupos vulnerables y de protección para formalización del trabajo en materia de condiciones generales de empleo, que es a lo que nos hemos dedicado en la inspección laboral y en seguridad e higiene.

Estas inspecciones realizadas en poco más de dos años, equivalen a la totalidad de las inspecciones realizadas en la Administración anterior.

Quiero dar un dato adicional que además fue producto de la Reforma como una consecuencia indirecta pero además es cierto, al inicio de la Administración nuestra plantilla de inspectores, si mal no recuerdo el dato el 30% eran informales, que iban a verificar que las empresas tuvieran trabajadores formales, lo cual era una contradicción evidente. Al día de hoy toda la plantilla esta regularizada, está capacitada y está supervisada en materia inspectora

Finalmente, un importante reclamo de los factores de la producción y en especial de los trabajadores, era el tema de la justicia laboral que resultaba lenta y costosa.

La Reforma Laboral introdujo sanciones severas, como el retiro de la cédula a litigantes y la posibilidad de denunciar a quienes obstaculicen o demoren deliberadamente un juicio laboral.

La Reforma permite darle vista al MP, si una de las partes dolosamente está queriendo alargar el juicio, donde siempre pierde el trabajador ¡eh! en la medida en que más se alargan, porque es cierto se acumulan salarios caídos pero no recibe el beneficio el trabajador, lo recibe el abogado litigante, mal abogado, que al alargar el juicio cobra más, porque va por el porcentaje.

La Reforma señaló que solamente eran 12 meses para el pago de salarios caídos, y de ahí en adelante una tasa de interés que se vuelve superior al 23% ya acumulado, y que genera desde luego costos muy altos, y que si se está retrasando dolosamente un juicio, se da vista al Ministerio Publico, para que se tipifique un delito contra la administración de justicia.

La Reforma ha dado un impulso decidido a los esfuerzos de conciliación, un paradigma más que se cambió, para resolver a través de esos mecanismos de negociación, las diferencias entre trabajadores y patrones, mediante la conciliación, la justicia laboral y la resolución de conflictos han sido más expeditas en beneficio de trabajadores y empleadores.

Mientras que en 2012 el número total de conciliaciones fue de 6 mil 907, en 2014 fue de 8 mil 390. El 77 por ciento de las conciliaciones en 2014 resultaron favorables al trabajador, cifra superior a la registrada en el año 2012 en varios puntos porcentuales.

La Reforma también estableció un procedimiento especial en juicios de seguridad social, para que los trabajadores o sus beneficiarios puedan obtener de manera pronta y expedita los beneficios reclamados.

Ayer tuvimos un evento importante, donde dimos cuenta de temas de justicia cotidiana que encargó el Presidente de la Republica, y que la Reforma Laboral posibilitó llevarla a la gente, eso es la justicia cotidiana, la que le toca a la gente todos los días y a la que tiene derecho todos los días.

En los primeros meses de 2015, la PROFEDET ha logrado el pago de recursos de AFORES a trabajadores o sus beneficiarios, desde la década de los 90´s, 1995 y 1997 fueron los cambios a la legislación que se introdujo los mecanismos de las AFORES por diversos subterfugios jurídicos, muchas AFORES se reúsan a pagarle a los trabajadores los beneficios de su trabajo, y tienen que ir a juicio para reclamar lo que es suyo, su dinero.

En lo que va del 2015 gracias a este mecanismo especial y a esta vía especial para poder tramitar juicios en beneficio de los trabajadores, la PROFEDET ha logrado devolverles solamente en este año, repito en 42 días, 300 millones de pesos a trabajadores que laboraron muchos años, y que no les querían devolver lo que les corresponde, que es su esfuerzo y su trabajo, ayer devolvimos 68 millones de pesos en Mérida, solamente ayer.

Con estos nuevos mecanismos de conciliación y de juicios sumarios, en lo que va de la Administración, la PROFEDET ha brindado cerca de 470 mil asesorías o servicios gratuitos de representación jurídica o asesoría para los trabajadores, resolviéndose en favor de éstos casi 50 mil juicios.

Funciona y funciona bien la PROFEDET, 9 de cada 10 juicios que patrocina la PROFEDET de manera gratuita en favor de trabajadores en conflictos individuales, los gana el trabajador, 9 de cada 10, y en lo que va de la Administración se ha recuperado en favor de los trabajadores de México 6 mil millones de pesos, en juicios ganados del dinero que le correspondía a los trabajadores de México, y que gracias a estos mecanismos de Reforma Laboral y a una actuación pulcra de quienes tienen a su cargo hacer del trabajo una causa, que es representar a otro de manera gratuita, se ha logrado recuperar esa cantidad.

Gracias a estas acciones de modernización de la justicia laboral, se ha logrado agilizar también la resolución de asuntos en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, mientras en 2012 los asuntos en etapa de laudo y ejecución ascendían a poco más de 114 mil, equivalentes casi al 30% de todos los asuntos en ejecución, en 2014 sumaron más de 130 mil, equivalentes al 32% de los asuntos en trámite.

Significa que hemos avanzado en que los juicios no sean tan largos y que ya estemos de manera más rápida en la etapa de ejecución de un laudo, en resolución de asuntos de conflictos, sean individuales o colectivos de trabajo.

Pero tal vez, la principal señal de que esta Reforma sirve y beneficia a los trabajadores y empleadores del país, es que en 17 meses consecutivos, 17 meses consecutivos no se ha presentado en México una sola huelga de jurisdicción federal, desde 1917 que se promulgó el artículo 123 de la Constitución donde México abrió camino a las constituciones sociales, al capítulo de las famosas garantías sociales de la Constitución, desde 1917 no ha existido en el país un período tan largo donde no haya una sola huelga en México.

Y no estoy hablando de grandes empresas, las grandes empresas en México tienen mecanismos de defensa por sí mismas para no llegar a una huelga, lo saben nuestras grandes centrales obreras aquí representadas o los abogados de las grandes centrales patronales aquí representados.

Estoy hablando que no ha habido huelgas ni de esas grandes empresas ni de aquellas pequeñas empresas que tienen 8, 10 o 15 empleados. Que hemos podido construir verdaderamente un ambiente de diálogo, donde la conciliación es donde ponemos el acento en la resolución de conflictos y eso se llama paz laboral; y la paz laboral permite ponernos de acuerdo en nuevas cosas y no en cómo salir de un pleito; la paz laboral permite que mejoremos la productividad; la paz laboral permite que cuatro trimestres se registren niveles por primera vez en el país de aumento en la productividad, porque estamos de acuerdo en meter cláusulas de productividad efectiva que beneficien a trabajadores y patrones.

La paz laboral permite formalizar el empleo, permite convenir para no sancionar y decirle a una empresa “oye tienes tantos empleados formales, ¿qué tiempo necesitas para que se vuelvan formales?”

La paz laboral permite que podamos capacitar a los empleadores y a los empleados; la paz laboral permite que podamos generar instrumentos para que la gente se acerque a medir su productividad y no a ver cuándo se resuelve el laudo que da fin a una huelga o a una controversia colectiva.

Ese es el logro de una reforma que puso el acento en productividad, en trabajo decente, en formalización de empleo, en seguridad social, en protección a grupos vulnerables, en conciliación, en mejores prácticas inspectivas, en sanciones más severas a quien viole la ley, para llegar a lo que queremos que es paz laboral y hacer un país más próspero y más incluyente.

Esto que denominamos paz laboral, que es un baluarte fundamental para la atracción de inversiones, en este mundo globalizado donde ahorita se decide en algún lugar del planeta en dónde van a poner la próxima planta de Nissan, que la pueden poner en cualquier parte del mundo y deciden ponerla en México, en Aguascalientes, o la planta de KIA en Nuevo León, o la Audi en Guanajuato, o la nueva planta de Volkswagen en Puebla o en Lázaro Cárdenas con todo y sus problemas invertir para producir más acero.

Esta paz laboral es un atractivo que valoran quienes invierten para decir “aquí no voy a tener conflictos laborales, hay mano de obra calificada, hay un país que se está formalizando, que se está transformando y que podemos invertir en él. La Reforma Laboral contribuye en esa dirección.

En México priva un ambiente de entendimiento entre trabajadores y empleadores, que en esencia implica, que los mexicanos podemos poner por encima de nuestras diferencias, el objetivo superior de hacer las cosas con calidad y con mayor productividad, contribuyendo cada quien, al desarrollo de nuestros centros de trabajo, de nuestra economía, de nuestra comunidad y de nuestra Nación.

Estos son sólo algunos resultados medibles de lo que ha sido la Reforma Laboral. La siniestralidad, por dar solamente un dato, de accidentes con incapacidades permanentes disminuyó en dos años 35%, los accidentes fatales en un 4%, los accidentes en minas de carbón registran mayor índice de accidentes que era, ahí está pasta de conchos, ahí están los pocitos de carbón, registran el mayor índice de siniestralidad en la historia reciente de México con prohibición ya en algunas actividades, y la Reforma Laboral señala específicamente protección a esos grupos vulnerables.

El trabajo doméstico, la protección a trabajadores que realizan servicios indeterminados, como es este de trabajo doméstico, también lo menciona la Reforma Laboral, se trata solamente de dar resultados que marcan el rumbo de un mercado laboral del país y no específicos que en su momento lo pueden consultar, está en la página de internet, lo que hemos hecho y no hemos hecho.

La colocación de 3 millones de mexicanos en un empleo en 2 años a través del Servicio Nacional de Empleo, 3 millones, que no significa nuevo empleo ¡eh! significa que en la precariedad del empleo que hay en México, hay gente que tuvo el valor de ir a capacitarse, a buscar vincularse, a buscar una mejora en su ambiente de trabajo, la Secretaría le ofreció esa posibilidad y se recolocó ganando un poco más, 3 millones de mexicanos con nombre y apellido auditados por el BID.

Quisiera terminar reiterando la convocatoria que ha hecho el Presidente de México, para que con base en el diálogo y la actitud responsable y constructiva de empleadores y trabajadores, sigamos conservando la planta laboral del país.

Que en la unidad que nos caracteriza y que nos hace fuertes a los mexicanos a los largo de muchos años de historia, sigamos haciendo de este país una economía atractiva para la inversión y la generación de más fuentes de trabajo formal, de trabajo digno, de trabajo socialmente útil, como lo ordena la Constitución y como es derecho de los mexicanos.

Las reformas estructurales no son conceptos abstractos que estén en el aire y que sean etéreos, esta Reforma se ha manifestado en efectos concretos en beneficio de gente concreta, de mexicanos concretos, de trabajadores concretos, de empleadores concretos, que los podemos medir, que los podemos ver con gusto que han mejorado sus capacidades, que familias se integran a la formalización y por lo tanto gozan de beneficios que no tenían familias, que podemos corregir nuestra planta educativa con mejor calidad de acercarla al mercado laboral de manera efectiva.

Que podemos decir con satisfacción que hay 500 mil niños que están en la escuela y que tienen un mejor futuro y que podemos seguir disminuyendo esa tasa si seguimos trabajando con el mismo ahínco.

Yo les reitero, la Reforma Laboral aún en una época de decrecimiento económico como es la que hemos enfrentado, ha dado mayores tasas de protección, de productividad y de beneficio a los trabajadores de México, no son palabras, aquí están las cifras, aquí están los datos de gente concreta.

Terminaría felicitando la presentación de este instrumento, que sin duda aunado a otros instrumentos que ya tenemos distintivos, certificaciones, mecanismos protocolarios de inspección, toda la gama en el abanico de cosas que hemos hecho para presentar un mercado laboral más sólido, más consistente y una Secretaría que esté más preparada para el México del mañana le han servido a los mexicanos y hemos cumplido con mucho la instrucción del Presidente de México.

Nos falta mucho por hacer ¡eh! no es un discurso triunfalista lo que les digo, muchísimo, un mercado laboral con 57% de tasa de informalidad, con eso tenemos para evaluar lo que queramos, con crecimientos económicos del 2%, con 2 millones y medio de niños en situación de trabajo infantil, con descolocación en capacidades frente a actividad que se realiza a opinión de los empleadores de un 45%, la gente que contrata dice que el 45% de su personal no tiene las características para poder estar trabajando donde están trabajando.

Nos falta mucho por hacer, pero lo que sí dejo claro y firme y se pueden sentir muy orgullosos de ellos todos los que aquí hemos hecho este esfuerzo, es que hoy estamos mejor que cuando empezamos hace dos años.

Que tengan muy buen día y que terminen muy bien su semana.

Última modificación :
Jueves 12 de Marzo de 2015

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